La normalidad es cargarse de hipotecas y de deudas para llevar el mismo nivel de vida que los Gutiérrez…
La normalidad es ir esquivando los goles, estar deprimido los domingos por la tarde y despertar el lunes por la mañana con mal humor…
La normalidad es no dejarse “ comer el coco ” por algo que nos haga pensar un poquito, mirar con indiferencia la miseria que hay a nuestro alrededor…
La normalidad es estar montado en un tren que no va a ninguna parte. Vivir sin vivir una vida gris y previsible, rodeada de falsas seguridades y posesiones inútiles, hasta que ya es demasiado tarde para cambiar…
La normalidad es salir todos los días a la calle con la mascara puesta, esconder nuestros sentimientos, reprimir nuestros anhelos mas profundos, sacrificarlo todo para nada, tan solo para llegar a ser uno mas de la masa uniforme y gris, llevar una vida sin sobresaltos, con pasiones moderadas…
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