La desafortunada celebración no ha pasado desapercibido para nadie y la Federación Griega de Fútbol (EPO) ha decidido sancionarlo de por vida al considerar que dicho gesto "afecta profundamente a todas las víctimas de las atrocidades nazis y hiere el carácter pacífico y profundamente humano del fútbol", tal y como ha señalado en un comunicado.
El joven jugador de 20 años fue ex capitán de la selección sub-19, pero la sanción le impedirá volver a jugar con la selección nacional de Grecia.
Tras la polémica el propio jugador quiso dar su versión a través de Twiter donde negó que su intención fuera hacer el saludo nazi y asegurando que desconocía el significado del gesto.
" No soy racista de ninguna manera. Aborrezco el fascismo. No lo haría si supiera que eso significa algo. Conozco las consecuencias y no lo haría nunca. "
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